No cabe duda de que esta frase es una contradicción en si misma y nos hace pensar que cualquier cambio no está en nuestras manos, ya que no todo depende de nosotros, mas bien son nuestras circunstancias, externas y fuera de nuestro control las que nos condicionan.


Sin ánimo de entrar en discusiones filosóficas al respecto, tanto en lo que somos como en lo que hacemos y nos ocurre, influyen factores que a veces se escapan a nuestro control, sin embargo todavía hay mucho que podemos hacer para superar las situaciones que nos hacen infelices, ya sean limitaciones personales, problemas de relación, etc.


Me gustaría poder compartir con vosotros algunos artículos sobre temas que nos afectan a muchos y que para algunos representan un problema, en mayor o menor medida. En algunos casos un problema puede llegar a limitar la vida y a producir sufrimiento propio y de los que nos rodean.


Recuerda que:


La felicidad humana generalmente no se logra con grandes golpes de suerte, que pueden ocurrir pocas veces, sino con pequeñas cosas que ocurren todos los días. Benjamin Franklin

domingo, 28 de julio de 2013

LAS EDADES DEL HOMBRE – El cerebro masculino.



Hace unos días conversaba con una amiga y me decía: “Las mujeres, habitualmente, damos una, dos, tres …lecturas a las situaciones. El hombre, todos tiene un común denominador, no es que todos sean iguales, pero en determinadas situaciones reaccionan igual. La parte sexual les mueve en la misma dirección y por muy culto, moderno o antiguo, que sea, a todos les gusta lo mismo y reaccionan igual. Además ellos siempre quieren ser el número uno en todo, eso no podemos olvidarlo, tenemos que satisfacer su ego. La mujeres sentimos de modo diferente”.

Frases como estas las habréis oído o incluso dicho vosotros en algún momento, especialmente si sois mujeres. ¿Qué es lo que ocurre? ¿Por qué hombres y mujeres reaccionamos de distinto modo ante la misma situación? ¿Qué hace que a veces seamos tan diferentes?

Lo cierto es que el cerebro masculino y femenino se parecen más que se diferencian y no hay diferencias intelectuales entre hombres y mujeres, no obstante hay algunas diferencias biológicas y hormonales, que marcan la forma de comportarse de unos y otros. Al principio del desarrollo en el útero materno, todos los humanos somos hembras, y no es hasta las 8 semanas de vida, que se empieza a producir testosterona convirtiendo al embrión en masculino.

La neuróloga Louann Brizendine, menciona en su libro sobre el cerebro masculino, las áreas cerebrales donde las diferencias son más marcadas:

Área Preoptica Medial (APM). Está situada en el hipotálamo, es la región del impulso sexual, siendo 2,5 mayor en el hombre.

Unión Témporo-Parietal (UTP). Es el centro de la “empatía cognitiva”, la zona donde se buscan soluciones. Es más activa en el hombre que en la mujer.

Sistema Neuronal Especular (SNE). Es el sistema de “empatía emocional”, conecta con las emociones de los otros mediante la interpretación de tono de voz, la lectura de las expresiones faciales, etc. Es más amplio y activo en el cerebro femenino.

Núcleo Premamilar Dorsal (NPD). Se encuentra en la parte interna del hipotálamo. Es la zona encargada de la defensa del territorio, la agresividad y el miedo, muy característicos del varón. Contiene circuitos para detectar desafíos territoriales de otros hombres. Esta zona es más grande en el cerebro masculino.

Cortex Prefrontal (CPF). Es el director ejecutivo del cerebro, se centra en el tema que ahora le ocupa, sopesa toda la información y actúa como sistema de inhibición, refrenando los impulsos. Es más grande en las mujeres que en los hombres y también madura en las mujeres uno o dos años antes.


Respecto a la influencia de las hormonas, es la testosterona, el Rey de las hormonas masculinas. La testosterona se mantiene alta en el niño durante los primeros 12 meses de vida, descendiendo luego hasta la pubertad (9-15 años) en la que se multiplican por 20.

En la pubertad, los altos niveles de testosterona marcarán su conducta drásticamente: un gran impulso sexual, mayor agresividad, establecimiento de jerarquías, un deseo de independencia, son algunas manifestaciones del proceso de cambio y maduración que se está produciendo en su cerebro.

Con la madurez sexual y física, la testosterona sigue siendo alta e influye en la necesidad de éxito social y en la búsqueda activa de una pareja.

El cerebro del padre, que está esperando un hijo, experimenta una serie de cambios, descendiendo sus niveles de testosterona y aumentando la prolactina, permitiendo un mayor acercamiento emocional hacia su hijo. Estos cambios se mantienen por lo general hasta que el niño comienza a andar, cuando recupera sus niveles previos hormonales.

Entre los 50 y 60 años la testosterona comienza su declive y baja entre un tercio y la mitad de lo que había sido en la juventud. Aumentan los niveles de otras hormonas como la oxitocina y los estrógenos (típicas de la mujer), que en la práctica hacen, que el hombre sea más afectuoso y más empático.

La masculinidad se manifiesta temprano, en los juguetes y tipo de juegos que eligen los niños, en movimientos más bruscos, mayor actividad física, en la conducta exploratoria y el establecimiento de jerarquías. A través de los años influirá en su forma de entender el mundo, de resolver conflictos, en sus objetivos e intereses.

Y ¿qué decir del cerebro de las partes bajas? La excitación sexual empieza en el cerebro con imágenes y pensamientos eróticos, reforzándose con el contacto físico. Los hombres son muy visuales. Cuando el hombre se excita, el cortex visual envía un mensaje al hipotálamo para poner en marcha las hormonas y circuitos nerviosos que controlan la erección. Aunque el pene tiene voluntad propia y puede activarse sin recibir una orden concreta del cerebro, esta activación es diferente a la verdadera excitación sexual, porque procede de señales inconscientes del cerebro y la medula espinal y no del deseo consciente de tener relaciones sexuales.

A muchos hombres les preocupa su rendimiento sexual y tienen altas expectativas respecto a él, sintiéndose frustrados cuando no obtienen lo que esperaban, afectándoles en su ego. Pudiera deberse a un problema de falta de control, a expectativas poco realistas, tópicos o algún problema psicológico, depresión o ansiedad.

Una queja común entre las muchas mujeres, es que los hombres se quedan dormidos después del sexo, ¿les falta sensibilidad a los hombres? No necesariamente, la responsable sería la hormona oxitocina, que promueve las sensaciones placenteras, y que en el hombre, al ser liberada en el hipotálamo, activa la somnolencia. Curiosamente, en la mujer la oxitocina junto a la dopamina produce el deseo de abrazar y hablar.

Iguales pero distintos, parecidos pero dispares. La clave para el entendimiento mutuo, está en conocer las diferencias y respetarlas, al fin y al cabo estamos obligados a convivir hombres y mujeres en nuestro día a día. Tenemos que tratar con personas del otro sexo en nuestros trabajos, familias, parejas y cualquier acto social que realicemos. La próxima vez que te sorprenda tu pareja, que no entiendas a tu jefe, piensa que tal vez son sus hormonas y circuitos cerebrales quienes están al mando, haciendo que diga lo que dice y haga lo hace.

 “Mi cerebro es mi segundo órgano favorito”. Woody Allen.

 

lunes, 8 de julio de 2013

LOS PSICÓPATAS ESTÁN ENTRE NOSOTROS, PROTÉGETE DE ELLOS

Viven entre nosotros, los conoces, puede ser tu jefe, tu cuñada, el peluquero, la dueña de la librería de la esquina, el Director del Banco … Según la OMS (Organización Mundial de la Salud) se estima que el 1-2% de la población es psicópata, otras estimaciones dicen que incluso llegarían al 6 %. La proporción se dispara en algunos sectores, un estudio elaborado por un grupo independiente de psicólogos para el instituto estadounidense de estudios financieros CFA, afirma que el 10% de los 171.300 empleados que trabajan en Wall Street tiene rasgos psicopáticos.
 
Desde maltratadores domésticos a defraudadores financieros, pasando por “tiburones” de los negocios, directivos despiadados… encontramos psicópatas en todos los estratos de la vida y de la sociedad. ¿Qué tienen en común todos ellos? ¿Cómo distinguir a un psicópata? ¿Son en realidad tan peligrosos?
 
Son astutos, atractivos, espontáneos y desinhibidos respecto a las normas, grandes seductores. ¿Te has cruzado con alguno? Seguro que sí, pero tras esa atrayente apariencia, se esconden verdaderos depredadores emocionales y sociales, crueles y despiadados.
 
Tienen un egocentrismo desmedido, esto implica que el psicópata trabaja siempre para sí mismo, por lo que cuando da, está manipulando o esperando recuperar esa inversión en el futuro. Resultan incapaces de mostrar empatía, son impulsivos, sin escrúpulos, ni remordimientos. Tienen una gran capacidad de captar las necesidades de otros y utilizar esa información en su propio beneficio. Lo que les define fundamentalmente es la falta de emocionabilidad,  la incapacidad de reaccionar apropiadamente a situaciones que producen reacciones emocionales en otras personas normales, aunque pueden “fingir” emociones para su propio interés e interpretan diferentes personajes y papeles para conseguir sus fines.
 
Una personalidad psicopática no se restringe al asesino en serie tantas veces reflejado en las películas. Un psicópata puede ser una persona, de apariencia impecable, simpática y de aspecto sensato, que sin embargo, no duda en cometer un delito cuando le conviene y lo hace sin sentir remordimiento por ello. La mayoría no cometen delitos legales, pero mienten, engañan y manipulan a las personas y situaciones para lograr sus objetivos. En las empresas, los psicópatas “trepan” y alcanzan rápidamente posiciones de poder, desde las que explotan a la empresa y trabajadores en beneficio propio.
 
¿Cómo puedes protegerte de ellos? ¿Qué hacer para identificarlos? No resulta fácil, porque como decíamos antes, la mayoría no son asesinos sangrientos y suelen pasar desapercibidos, ocultos tras vidas aparentemente normales. Es en las cárceles, empresas y en las altas esferas financieras y políticas donde es más fácil reconocerlos. La mayor parte de los escándalos políticos y financieros de los últimos tiempos en nuestro país, han sido realizados por individuos con características psicopáticas, curiosamente, estos personajes pasaron desapercibidos durante años e incluso fueron considerados modelos sociales a los que imitar.
 
 A nivel diagnóstico Cleckey estableció criterios para reconocer a los psicópatas, pero de modo práctico, vamos a recoger algunas de las características más significativas para poder distinguirlos, según Iñaki Piñuel serían:
 
  • La capacidad superficial del encanto. Tienen labia y facilidad de palabra, aunque habitualmente mienten.
  • Su estilo de vida parasitario. Se aprovechan de los logros de los demás trabajadores.
  • El sentido grandioso pero irreal de los propios méritos. Tienden a maximizar cualquiera de sus logros.
  • La capacidad de conectar con el poder. Buscan relacionarse con altos cargos, en su camino al poder.
  • La excelencia en el mentir. Siempre lo hacen, y lo hacen muy bien.
  • La incapacidad de sentirse responsables o culpables. Nunca sienten remordimientos y eso los hace muy peligrosos.
  • Son unos expertos manipuladores. Consiguen que los demás hagan lo que ellos quieren sin que lo adviertan.
  • Frialdad emocional. Saben dominar las situaciones de riesgo y no les tiembla el pulso.

Se han propuesto algunas explicaciones a la psicopatía, podría deberse a un desajuste bioquímico o a una baja actividad cortical y necesidad de estimulación. También, según algunos estudios utilizando un escáner PET (tomografía por emisión de positrones) que permite leer la actividad del cerebro ante ciertos estímulos. La zona del lóbulo prefrontral donde se localizan los estímulos sobre la empatía, en los psicópatas, se encuentra inactiva. Además, los psicópatas, muestran menos actividad en áreas del cerebro relacionadas con la evaluación de las emociones vinculadas a las expresiones faciales, particularmente a las que expresan temor, esto podría deberse, según otros estudios psiquiátricos a que tienen conexiones defectuosas entre la parte del cerebro que se ocupa de las emociones y la que maneja los impulsos y la toma de decisiones
 
¿Es el psicópata un enfermo? Hay bastante consenso en que el psicópata no debe considerarse un enfermo, sino un ser anormal con una estructura mental diferente a la del resto de la Sociedad e incapaz de adaptar su conducta a la normalidad.
 
¿Son culpables de sus delitos? En España se les considera imputables a todos los efectos, sin que la psicopatía sirva de atenuante de delito ante los tribunales, son capaces de distinguir entre el bien y el mal, lo que les hace responsables y con plena culpa.
 
Respecto a su posible rehabilitación, la psicopatía es incorregible, en algunos individuos, ciertos fármacos antipsicóticos podrían reducir su impulsividad, pero las terapias de rehabilitación convencionales basadas en la capacidad de empatizar con sus víctimas fracasan, y es sólo apelando al egoísmo del individuo, incorporando alguna conducta que les beneficie o les evite penas, que se puede lograr algún avance. 
 
Difíciles de reconocer y mucho más difíciles de evitar. Robert Hare, Doctor en Psicología de la University British Columbia en Canadá y experto en psicopatía los llama “Serpientes con Traje”.
 
Me sentí fascinada ante el culto, refinado, seductor y de modales exquisitos Hannibal Lecter, quien resultó un cínico, desequilibrado y mostruoso asesino. Nunca olvidaré el escalofrío que me produjo el Silencio de los Corderos. Las víctimas de los psicópatas nunca olvidarán la crueldad con les trataron. Evita estas “Serpientes con Traje”, estate atento a las señales y quítate de su camino mientras puedas.
 
“Cuanto mejor es uno, tanto más difícilmente llega a sospechar de la maldad de los otros”. Cicerón.
 
  

Psicología para el día a día